#Latencias | Tauromaquia Por Juan Antonio González
Violette Bule (1980). Realizó sus estudios en la Escuela Activa de Fotografía de México. Desde 2010 lleva a cabo un proyecto pedagógico en el que utiliza la herramienta fotográfca como vía para la reinserción social.
#Latencias, «Historias que me imagino a partir de cada instantánea», es un proyecto de Juan Antonio González.
-Vengo ante ti a poner una queja, dijo Minotauro.
-Yo no soy tu verdugo. Es el hombre.
-Si no tienes el poder para cambiar a tu criatura, te propongo un trato: envíame a la Tierra en forma de un seductor toro, oh poderoso Zeus…
Todos en la plaza de las matanzas ya se habían sentado. Cuando se habrieron las puertas del corral, no ocurrió lo que los fanáticos de las corridas de toro esperaban.
Como si fuera una hechicera, esta minotauro con las tetas al aire hizo su aparición. La euforia de la criatura levantó la arena con su soplido de rabia y venganza. Frente a él, el torero y un rejoneador.
-Ahora la bestia eres tú. Prepárate para protagonizar el espectáculo de tu propia muerte.
El sangriento festín comenzó. El ritual se cumplió al revés. Las banderillas atravesaron el pecho del rejoneador, y el matador se convirtió en el trofeo
-¿la oreja?- de la jornada taurina. Fundido a rojo…
De pronto, una luz intensa cegó al animal que esperaba en la oscuridad de los corrales. Al fondo lo esperaba un hombre con un capote rojo en sus manos… Todo había sido un sueño.