Nosotros: Las crónicas migrantes de Adrián Preciado

Por Graciela Moser

“Una estructura es más bien como una serie de base descomponible (…) El mapa es abierto, es conectable en todas sus dimensiones, desmontable, reversible, susceptible de recibir constantemente modificaciones”
Deleuze y Guattari

En la urgencia de reivindicar al territorio, de representarlo y de hacerlo «imagen», se suscitan una serie de condicionantes, propios de los contextos en los que estos han de emerger, como se hace visible en la exposición Nosotros: Crónicas de Migrantes, del artista venezolano Adrián Preciado (1983- ) realizada en el Centro Cultural de Cajicá en Cundinarmarca-Colombia en el año 2019.

Adrián Preciado: Nosotros: Crónicas de Migrantes, 2019
(Cortesía del artista)

Preciado a partir de su experiencia expresa a una diversidad de condiciones sobre el desprendimiento experienciado en el desplazamiento actual de los venezolanos en el que se ha desencadenado un proceso diaspórico marcado por la pulsión desbordadora de todo tipo de límites. Diáspora enfocada en conseguir espacios posibles de crecimiento, fértiles en posibilidades, ante la necesidad de un nuevo habitar del que se espera una reestructuración de los significados, por aquellos venezolanos que se han visto forzados a transformarse por lo escabroso de los recorridos que transitan. Caminos de los que se desprenden historias diversas, grabadas por la dureza del desarraigo y la complejidad con la que se redefinirán conceptos como territorio, distancia, frontera, desplazamiento, o sentido de pertenencia.

Adrián Preciado: Nosotros: Crónicas de Migrantes, 2019
(Cortesía del artista)

Nosotros: Crónicas de Migrantes en su conjunto se apropia de estos conceptos, presentes en la diáspora venezolana, para abordarlos desde una condición privada, la del propio artista quien desde su experiencia compone un nuevo orden simbólico, una reestructuración que le permite una movilidad de pensamiento en la que deja en evidencia las líneas que suturan a los espacios de partida con el de llegada y a la vez diluye a las fronteras en las que Preciado se permite (re)dibujar sus mapas, su mundo, con la intención de (re)plantear cartografías personales que se convierten en estructuras profundas, flexibles, en constante movimiento y con la capacidad de modificarse y reconstruirse una y otra vez. Cada mapa expresa sus líneas de fuga en la capacidad transformadora de la desterritorialización de los límites, de las fronteras generadoras de territorios volátiles resaltados por la metáfora física del estandarte de las cruzadas en continuo desplazamiento.

Adrián Preciado: Nosotros: Crónicas de Migrantes, 2019
(Cortesía del artista)

Una metáfora materializada en otro tiempo de la que se desprende una relación afectiva en la (re)organización de mapas personales, íntimos, en los que la movilidad o variabilidad está estrechamente conectada con el desplazamiento de sus afectos, con los que el reconoce como suyos: su familia, sus amigos, su país y los nuevos territorios que se van convirtiendo parte de él. En su resignificación del territorio y en la mutabilidad del mismo, Preciado se permite reordenar y controlar a las fronteras físicas del desprendimiento, para con ello disolver las distancias, expandir su espacio vital ante la posibilidad de continuar en crecimiento como sujeto en permanente modificación.

En el reordenamiento de su «Mundo», el artista se vale de elementos simbólicos claves: los estandartes como emblemas de firmeza que aluden a las cruzadas de la diáspora venezolana, como búsqueda de lo deseado, y en los que ubica los elementos que refuerzan y narran a la noción del desplazamiento y en ellos se desarrollan las formas simbólicas del migrante propias del artista.

Adrián Preciado: Nosotros: Crónicas de Migrantes, 2019
(Cortesía del artista)

La golondrina como alegoría del desplazamiento, el árbol que esboza a la fuerza, a la resistencia, al crecimiento y al arraigo, los mapas que se unen en una íntima cartografía, y en esta cadena de significantes el artista establece la constitución de su particular simbolismo como migrante.

Adrián Preciado enlaza todos estos elementos con su parte más sensible, su acción de crear, acompañada de su memoria familiar, su huella, proyectada en el centro de su concepción de crecimiento, de apertura, de sustento, representado en el laborioso trabajo de la costura, del bordado, labor heredada de su madre, y utilizada como elemento clave de creación en sus obras, cada puntada es un trazo, un camino recorrido y a la vez, un camino por recorrer.

1
Comment
  1. Jenny Guerrero

    Precioso trabajo el de Adrián, artista que con sutileza y sensibilidad toca un tema tan complejo como el de la diáspora venezolana de los últimos años.